miércoles, 13 de abril de 2016

ANIMITA DE PLAYA CHIGUALOCO

  • NOMBRE: Animita de Chigualoco.

  • COORDENADAS: 31°45'17.74"S 71°30'40.40"W

  • CIUDAD/UBICACIÓN: Playa Chigualoco sector de acceso, comuna de Los Vilos, Región de Coquimbo - Chile.

  • DIRECCIÓN: Playa de caleta Chigualoco, sector Sur, junto al acceso a la zona de camping.

  • CATEGORÍA: Animita de carretera / Animita rural.

  • FAVORES SOLICITADOS: Relativos a seguridad en el mar, por bañistas y pescadores. Quizás también reciba alguna flor de los surfistas que llegan a este sitio. Se le colocan simbólicamente conchas y caracolas como ofrendas.

  • RESEÑA:  La animita corresponde al fallecido llamado Fernando Rodrigo Salas González, ahogado y desparecido en esta playa en tiempos en que era muy popular y solía llenarse de carpas y toldos durante el verano. Fernando era un santiaguino de 28 años que acabó tragado por el peligroso mar de esta zona no apta para el baño, junto a otros dos vacacionistas que también se aventuraron imprudentemente entre la marejada, el 14 de febrero de 1999. La intensa búsqueda de los rescatistas dio con los cadáveres de los otros dos hombres, pero no con el de Fernando, siéndole levantada esta animita por su madre y su hija para recordarlo frente al océano de su tumba marina. La animita también tiene mensajes con referencias sensibles hacia una mujer llamada Gladys, firmada por su esposo.

La playa y la caleta de Chigualoco se ubican en el Kilómetro 245 de la Panamericana, en la rada de Chigualoco entre las llamadas Punta Muía Muerta y Punta Rinconada, en la Provincia del Choapa. Corresponde a una amplio terreno litoral situado justo bajo la desembocadura de un estero también llamado Chigualoco, donde se forma un precioso humedal de flora y fauna, pasando bajo la carretera.

La playa de Chigualoco es de aproximadamente un kilómetro y medio, con forma medialuna estrecha, arenas claras y barreras de rocas bajas a su espalda. Más atrás, pequeñas dunas se mezclan con el paisaje de suculentas docas y matorrales pequeños, donde descansan o planean parvadas de gaviotas y jotes de cabeza negra. Aprovechado por jóvenes practicantes del surf y del bodyboard que llegan periódicamente a este lugar, Chigualoco era en los veranos de los ochenta y noventa un insólito cúmulo de carpas y tiendas para vacacionistas más bien pobres, formándose inmensos campamentos ya desaparecidos pero que, en su momento, llamaban la atención tanto o más que el nombre del mismo sitio.

Mucha gente de la zona asegura que ha ocurrido varias tragedias en las aguas de engañosa y tramposa ensoñación de Choigualoco, pero una de ellas sucedida en el verano de 1999 está particularmente bien recordada allí, gracias a una animita de concreto y baldosas con techo a dos aguas y una cruz, ubicada hacia el sector sur del camping actual, al lado del actual acceso a los estacionamientos de los vehículos. Muy maltratada, es el homenaje póstumo a un ahogado y desaparecido entre estas mismas marejadas; uno de varios, insistimos.

Siendo más precisos, la animita corresponde al fallecido Fernando Rodrigo Salas González, santiaguino de 28 años quien fue tragado por el mar junto a otros dos bañistas, perdiéndose entre las olas de esta playa el 14 de febrero de aquel año. Fue un caso con cierta repercusión en la prensa, aunque sólo uno más de los ahogamientos que hubo en Chile durante aquel período, es preciso insistir.

Chigualoco y sus improvisados campings populares, en el verano de 1996.

Caleta de Chigualoco a un costado de las playas, en la actualidad.

La animita de Chigualoco, Como se encuentra cerca de la entrada para los estacionamientos de vehículos, ha sido dañada varias veces por conductores poco diestros.

Acercamiento a las placas memoriales y conchitas marinas que están en la animita.

La intensa búsqueda de efectivos de la Armada de Chile y de voluntarios del Cuerpo de Rescate Marítimo, apoyados por la Torpedera Guacolda y un helicóptero naval, permitió encontrar después los cadáveres de Carlos Patricio Piña Campos, de 25 años residente en Santiago, y de Freddy Morales Viera, de 26 años residente Combarbalá. Sin embargo, el tercer cuerpo, el de Salas González, jamás apareció, quedando sólo su animita allí junto a las arenas, como su simbólica tumba con una placa de mármol en su interior recordándolo:

FERNANDO RODRIGO SALAS GONZÁLEZ

+ 14 . 2. 1999

EL MAR ES TU TUMBA, EL CIELO TU CASA Y MI CORAZÓN TU REFUGIO.

TU MAMÁ E HIJITA

Sin embargo, una placa de mármol colocada en el exterior de la misma animita tiene un doloroso y desconsolado mensaje un poco desconcertante para quien no esté al tanto de los detalles de esta historia. Este se dirige a una mujer llamada Gladys (¿otra fallecida en estas aguas?), acompañada de un grabado con el rostro sufriente de Cristo:

Gladys. Esposa, el amor que siento por ti es tan grande que nadie llenará el vacío que has dejado en mi corazón.

Gladys. Te quiero.

Sin ti ya no puedo vivir, sólo vivo con la esperanza que nos dejó nuestro bendito Jesús.

Gladys, mi amor, te quiero.

La animita está decorada con muchas figuras de loza y cerámica en su interior, como ángeles, cruces y santitos. Afuera, le han colocado algunas conchas marinas y caracolas, como reafirmando la relación de este homenaje con la infinidad del océano que revienta y arroja espumas a pocos metros de ella. Mar hipnótico, seductor y traicionero, a perpetuidad en todos los casos.

Lamentablemente, la triste animita de Chigualoco tampoco ha servido de advertencia para los bañistas imprudentes, produciéndose varias nuevas situaciones peligrosas posteriores. Una de ellas obligó al rescate de dos niños que se ahogaban en estas mismas aguas a fines de enero de 2013, con arriesgadas maniobras de un helicóptero de la Armada.

4 comentarios:

  1. Yo estuve ahí ese día. Tenia yo 23 años y fui parte de los que intentamos reanimar infructuosamente a uno de los chicos que pudieron ser rescatados del mar.
    El tercer joven, el de la animita en cuestión fue buscado por semanas por personal de la armada de Chile y pescadores de la caleta.
    Jamás he podido olvidar a la madre de este joven, que durante muchos días se paseaba por la playa buscando a su hijo, rogándole al mar que le devolviera su cuerpo. Nunca sucedió.
    Fue la ingesta de alcohol y la imprudencia de estos cabros lo que los llevó a encontrar la muerte en esta playa.

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  2. Muy buena informacion. De verdad agradezco su aporte.

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  3. Pedro Carter, de parte mía como hija de Fernando Salas, el hombre que jamas apareció y el mar no nos quiso entregar, te agradezco por cualquier mínimo apoyo por ese día 14-02, hoy tengo 26 años y aun me duele todo esto, pero justamente ayer se contactó conmigo un señor contándome que también estuvo ahí ese día, no sé como, pero eso no me hace sentir tan perdida en el tiempo.
    Muchas gracias.

    Geraldine Salas.

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  4. Hola, soy la misma persona que escribió el comentario anterior hace ya algunos años.
    He pasado últimamente por el lugar y visité la animita. Está destruida y solo quedan algunos pequeños restos de ella.
    Que triste fue ese día para todos los que vimos morir a estos jóvenes. El esfuerzo de los surfistas fue en vano, la chica que trató de reanimar a los 2 que fueron sacados lo mismo.
    La madre del desaparecido Fernando y su caminar durante tantos días por la playa. Por Dios si parece que 22 años después aún viera a esa triste y desconsolada mamá.

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