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NOMBRE: Animita de María Vásquez / Animita de Nercón
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COORDENADAS: 42°29'52.3"S 73°46'25.9"W
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CIUDAD/UBICACIÓN: Sector Nercón al sur de la ciudad de Castro, Provincia de Chiloé, Región de Los Lagos.
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DIRECCIÓN: Costado de la carretera Panamericana Sur (Ruta 5), junto al puente Nercón en la desembocadura del estero Cunao.
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CATEGORÍA: Animita de carreteras /Animita Rural
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FAVORES SOLICITADOS: Los viajeros y conductores se detienen a menudo en ella a rogar por su protección al salir o volver desde la ciudad de Castro, costumbre que quedó de los tiempos cuando estas carreteras eran más rústicas y menos seguras. Tiene fama de conceder toda clase de favores de bienestar personal o familiar, además, aunque sería especialmente generosa con los niños.
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RESEÑA: Aseguran sus devotos que se trata de la animita de una niña quien pereció ahogada en el adyacente estero Cunao, hacia mediados del siglo XX. Esto explicaría tantas apelaciones infantiles dentro del templete principal con apariencia de kiosco, de buen tamaño y acompañado por algunas otras casuchitas secundarias y para albergar velas en el exterior. La animita habría nacido como memorial hecho por acongojados parientes y vecinos del sector, pero con el tiempo se volvió sumamente milagrosa y terminó convertida en esa especie de capilla popular que sigue siendo en nuestros días.
Muchos consideran a la animita de María Vásquez como la más popular y conocida de todo el archipiélago de Chiloé, superando a las de Olegario en isla Caucahue o de Valeriano en Ancud. Sigue siendo muy vistosa y colorida allí a un lado de la Ruta 5 o Panamericana Sur justo llegando a la localidad de Nercón, junto al puente Nercón que pasa sobre el estero Cunao, en el tramo preciso donde este último se derrama sobre el mar.
Se trata de un sitio conocido por los turistas, es preciso comentar, especialmente en los períodos de vacaciones. Esto se debe tanto por la presencia del complejo recreativo Cabañas Los Álamos de Nercón, justo en cuyo exterior está la animita, abajo a nivel de la calle, como por la patrimonial Iglesia Nuestra Señora de Gracia de Nercón que se halla más allá junto al mismo camino. Este templo cuenta con la categoría de Monumento Nacional y Patrimonio de la Humanidad, así que forma parte de la atractiva ruta de las iglesias típicas chilotas.
María Vásquez, la homenajeada por aquel folclórico altar, era una niña pequeña de la cercana localidad de Llicaldad, quien habría muerto ahogada en el mismo estero Cunao según aseveran hasta hoy los residentes de la zona. Según algunas de estas versiones la tragedia habría sucedido a mediados del siglo XX, pero un cuadro informativo dentro de su misma animita señala que ocurrió en los años treinta. La pequeña cayó accidentalmente desde el antiguo puente de Nercón cuando este era de madera y más bien precaria factura, sin que fuera posible rescatarla viva del torrente en uno de los períodos cuando el Cunao, nacido en el corazón de los bosques y montes de la Isla Grande Chiloé, parece realmente un río caudaloso.
A mayor abundamiento, era aquel un paso inseguro y con varios accidentes a su haber, por lo que se habían construido algo parecido a unos corrales en el lecho, los que servían rescatar a la gente que fuera arrastrada por las aguas en esos años. Cuando la pequeña cayó en las traicioneras aguas, entonces, su cuerpo fue llevado por la corriente hasta uno de estos contenedores hechos de madera, pero no fue suficiente para salvarla: cuando pudieron sacarla de allí, estaba irremediablemente muerta.
Tradicionalmente, entonces, se ha dicho que la pequeña falleció al caer del puente Nercón anterior al actual de concreto, aunque el detalle del corral atrapando al cuerpo lleva a preguntarse si acaso pudo caer al río más arriba y sólo ser recuperados sus restos en el sector, cerca de la cual está la animita. Por su parte, después que el investigador Oreste Plath la visita en 1966, deja escrito en "L'Animita. Hagiografía histórica" que el accidente de María Vásquez tuvo lugar en una circunstancia levemente diferente a la descrita: para él, era el caso de "una joven que se cayó de este puente cuando se encontraba en construcción".
Como sea, con el corazón roto familiares y vecinos construyeron un memorial para la inocente víctima, junto a las aguas de su dramático final. Al poco tiempo aseguraban haber constatado ya que era muy milagrosa y generosa a la hora de conceder favores, comenzando la comunidad a hacer "mandas" para ella. Incluso empezaron a señalarla como un "angelito" y, así, la animita de María Vásquez comenzó a crecer hasta adquirir características de capilla popular. La noticia de la animita "milagrosa" de Nercón correría entre toda la sociedad chilota, por lo que muchos acudieron motivados por la curiosidad o por la sincera esperanza de recibir también algún favor.
Al abundar las peregrinaciones, romerías y encuentros de oración en la primitiva gruta allí construida, se irían adicionando también las cientos de placas con agradecimientos y los templetes más pequeños que la acompañan por afuera, dispuestos principalmente para albergar a las velas encendidas e imágenes marianas o de santos. Algunos otros detalles que hacen al sitio un lugar de parada y descanso para el visitante, como una banca, un par de taburetes, un pequeño jardín y basureros para los desperdicios.
El actual kiosco techado a dos aguas, con vanos y con cruz en lo alto, así como el suelo pavimentado con áreas verdes al centro y los costados, fueron hechos por algunos de los propios devotos con el correr de los años. El crecimiento del minisantuario de la niña es evidente, además: su animita original está frente al actual jardincito y pasa menos advertida entre las varias casuchas y grutas que se han agregado, correspondiendo a la que está actualmente pintada de color amarillo y con un par de estatuillas religiosas en su interior. La mayor parte de la concentración de agradecimientos, ofrendas y obsequios se la lleva hoy el kiosco grande y principal, entonces, en donde destaca una mesa de concreto con los candeleros y la imagen de la Virgen de Lourdes atrás, en su propia hornacina.
Desde los tiempos en que estas rutas eran menos seguras o confiables, los viajeros que van o vienen desde Castro suelen detenerse a rogar por tranquilidad y paz en sus rutas, así como hacen los conductores de vehículos ligeros y pesados. La costumbre de algunos de estos últimos es tocar las bocinas de sus automóviles o camiones justo cuando pasan por enfrente de la animita.
La mayor generosidad de María Vásquez sería con los niños, sin embargo, especialmente cuando se solicitan por ellos intervenciones de salud, o cuando ellos mismos llegan allí pidiendo favores relacionados desde su bienestar personal hasta el rendimiento escolar. Otros ruegan por sus matrimonios, salud personal, estabilidad laboral o familiar. Sorprende constatar que muchas placas son sólo de agradecimiento en general y saludos para María Vásquez, o bien promesas de buen comportamiento y de rectificación de vida, no vinculadas directamente a algún milagro específico aportado por la niña fallecida.
Se sabe que los devotos de la animita todavía aparecen desde muy temprano en las mañanas y continúan llegando cada día hasta las oscuras horas nocturnas. Nunca faltan peluches, velas, flores, zapatitos de niños ni otros regalos en ella, en consecuencia. Vienen personas desde toda la Isla Grande a hacer sus peticiones en la animita, incluso desde Aysén, Magallanes y el extranjero. Los turistas no hacen menos allí, atraídos por aquella curiosidad de la fe popular durante sus visitas laicas pero de profunda exploración patrimonial por todos aquellos inagotables reinos culturales de Chiloé.
En 2014, un decreto de la Municipalidad de Castro del 11 de febrero otorgó formalmente a la calle adjunta al conjunto memorial el nombre Animita María Vásquez, hasta entonces llamada simplemente Pasaje 1. El instrumento de marras especifica que al calle "se inicia desde el Puente de Nercón, donde se localiza el monumento religioso, y se extiende de Este a Oeste, prolongándose en toda su extensión hasta el cruce Antonio Guarategua Lebé". El mismo decreto reconocía los nombres de otros conocidos y estimados vecinos para los cinco pasajes restantes del sector. La influencia de la animita en el lugar ha alcanzado incluso para convertirse en topónimo, en otras palabras.
A pesar de las muchas intervenciones que ha sufrido el lugar a lo largo de tantas décadas, el conjunto se ha conservado en su esencia y también se ha ampliado para mejor. Una vecina y devota residente del mismo sector en la orilla del estero, junto al actual puente y a sólo pasos de la animita, la abuela María, entre los creyentes fue especialmente importante en dar mantenimiento a las antiguas instalaciones y en hacer permanecer vivo el recuerdo de la tragedia de la pequeña niña de Nercón, confesando también los favores familiares que aseguró haber recibido de esa trágica alma.
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