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NOMBRE: Animita del atropellado en calle Zorrilla.
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COORDENADAS: 29°54'4.94"S 71°14'42.08"W
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CIUDAD/UBICACIÓN: Ciudad de La Serena, Región de Coquimbo - Chile
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DIRECCIÓN: Mitad de cuadra de calle Vicente Zorrilla fue llegando a Rengifo, costado Sur, cerca del famoso centro comercial de La Recova de La Serena.
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CATEGORÍA: Animita urbana.
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FAVORES SOLICITADOS: No especificados.
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RESEÑA: Ubicada en la cuadra de Vicente Zorrilla famosa por su pasada época bohemia y lujuriosa, justo afuera de la última sede que tuvo el otrora célebre lupanar serenense apodado Las Motores, la animita pertenece al fallecido Eledén Gordillo, muerto trágicamente a inicios de 2000. Como esta animita se ubica contra los muros de recintos en inminente demolición, corre evidente peligro de desaparecer.
Afuera de donde estuvieron viviendo su decadencia Las Motores, establecimiento que había ido adquiriendo características de cabaret y luego una deslucida hostería más que las del viejo prostíbulo, existe hasta ahora una curiosa animita conocida por los choferes de colectivos que hacen parada justo enfrente, a un costado del también decadente ex cuartel del Savoy. Es un barrio que adquiere ciertos ribetes de peligro para la integridad en determinadas horas y días de la semana, pero la infortunada persona allí recordada habría dejado este mundo por razones diferentes a la delincuencia, según ciertas versiones.
De acuerdo a los señalados colectiveros fue un trágico accidente ocurrido afuera del legendario recinto prostibular, en el año 2000, el que ha dejado allí a la animita hecha con una casucha o templete de dos aguas: la de Eledén Augusto Gordillo Contreras. Historias sórdidas de los serenenses insisten, sin embargo, en la idea de crímenes y otros hechos sangrientos vinculados a la historia de este y otros "puntos rojos" que hubo en la calle, pero no contamos con más antecedentes duros para confirmar si fueron hechos ciertos o si sólo parte del muy nutrido legendario urbano que circula en la ciudad con relación al pasado más pecaminoso y nocturno del mismo barrio.
Quien más datos nos aportó fue un conocido personaje local, encargado desde hace tiempo de coordinar las llegadas y salidas de los vehículos colectivos que se estacionan en Zorrilla. Según su versión, don Eledén iba caminando por la estrecha acera cuando un microbús de locomoción colectiva u otro vehículo pesado, cuyo chofer había perdía el control, subió desde la calzada a la vereda y atropelló accidentalmente a la víctima, en la proximidad del medio siglo de vida. Empero, otros vecinos suponen que pudo ser víctima de hecho más bien policial, además de informar que tenía una hermana comerciante trabajando, a metros de allí, una conocida fuente de soda del sector, la que también fue centro de encuentro nocturno en la época más bohemia de la calle.
Cualquiera sea la desgracia final de Eledén, esta sucedió casi exactamente allí donde está
aún la animita, a las puertas de la pecaminosa casona roja. La infortunada persona había
nacido el 5 de noviembre de 1951 y, según se constata en la placa de mármol
colocada por sus hermanos y sobrinos contra la pared que soporta a la misma instalación memorial, falleció "trágicamente" el 10 de enero de 2000. La misma
inscripción reza en letras mayúsculas el siguiente mensaje: "Yo muero, pero
mi corazón no muere. Mi cariño os acompañará desde el Cielo donde pediré por
vosotros". Nos dicen que habría tenido residencia hacia el lado de Las Compañías, además.
Algunas flores naturales, otras de papel y las velas encendidas durante las noches dan testimonio de que el descanso o animita sigue siendo visitado y conmemorado por vecinos, suponemos que principalmente por sus familiares y amigos. Empero, la propiedad sobre cuya fachada se halla en calle Zorrilla, parece estar próxima a ser demolida, desde hace tiempo: nadie sabe si las picadoras y los combos respetarán la pequeña animita que da algo de espiritualidad al pasado del lupanar. Aparentemente, además, antes tenía una imagen fotográfica, de cuando el desafortunado señor era carne antes de dejar partir su alma, pero esta ya no existe quedando en su lugar sólo el espacio que ocupaba en la estructura.
Ha cambiado mucho el vecindario en todos estos años y esta calle en particular luce muy distinta a cómo se veía entonces, cuando murió Eledén en ella. No obstante, nos parece que en el barrio de La Recova no existe otra animita tan cercana a los grandes establecimientos comerciales símbolos de la hermosa ciudad. Aun así, puede que no le quede mucho tiempo más a la misma animita.
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