LA TUMBA DE DRAKE EN ARICA

• NOMBRE: Tumba del Pirata Drake.
• COORDENADAS: 18°28'41.17"S 70°18'26.63"W
• CIUDAD/UBICACIÓN: Ciudad de Arica, Región de Arica y Parinacota - Chile.
• DIRECCIÓN: Cementerio Municipal de Arica (calle Lastarria frente a Vicuña Mackenna), patio interior al fondo del costado oriente de este camposanto.
• CATEGORÍA: Tumba milagrosa / Altar popular.
• FAVORES SOLICITADOS: Amor, rendimiento escolar y buen desempeño, pero con cierto grado de informalidad lúdica, de la que participan estudiantes de edad escolar y universitaria, más uno que otro vecino adulto. También se hacían ciertas pruebas de valor allí en la tumba, durante las fiestas mechonas de la ciudad.
• RESEÑA: Esta "tumba" (si acaso es tal, ya que no hay seguridad de que contenga algún cuerpo) constituye uno de los misterios más curiosos de la ciudad de Arica, pues ostenta una placa con la inscripción "SIR FRANCIS DRAKE - QEPD - RDO PPF V 1798", en circunstancias de que ni la fecha y mucho menos la ubicación de su supuesta cripta del famoso corsario inglés corresponden a la que se le otorga en el Cementerio Municipal. Comentada su presencia por autores como J. H. Von Gierke Kittsteiner, Jorge Inostrosa y Luis Urzúa Urzúa, nadie sabe realmente el origen de esta farsa que, de todos modos, se ha convertido en lugar de peticiones de favores y rogativas, aunque antes más que ahora, cuando se colocaba una canasta recibiendo papelitos con peticiones escritas a mano. Pocos realmente se han tragado el cuento de que pueda corresponder al pirata Drake, pero de todos modos es un lugar querido y célebre en la tradición popular ariqueña.

El cronista y escritor Jorge Inostrosa relata en su libro "Huella de siglos" de 1966, el cómo fue que se descubrió la naturaleza de esta misteriosa tumba del Cementerio Municipal, quedando incorporada desde aquel momento al inventario cultural y legendario de la ciudad de Arica:

Muchos de los antiguos vecinos afirman a pie juntillas que corresponde a la tumba del personaje cuyo nombre aparece allí inscrito, pero la historia y su cronología contradicen tal aserto. Ese mausoleo hasta hace pocos años se veía como una columna que soportaba una cruz de metal, estando su base sepultada por la arena, y una plancha de hierro incrustada en el medio de la columna era ilegible por la carcoma del aire marino. Sin embargo, un vecino investigador y acucioso se dio maña en limpiar esa plancha y, con gran sorpresa de todos los ariqueños, apareció la siguiente lectura: "Sir Francis Drake, Q. E. P. D. RDO. PPF. 1798".

Existen varias otras cosas extrañas alrededor de esta pretendida tumba imposible, por supuesto. El conjunto está compuesto de una especie de catafalco o sarcófago de piedra labrada a ras de tierra, del que se levanta una columna abalaustrada de toscas terminaciones y con cierto estilo que imita a los pilares de fuste acanalado, con un plinto rectangular. En la parte superior, tiene en lugar de capitel una pequeña pirámide de la que sale la cruz metálica con esa placa oscura donde se lee en caracteres muy poco artísticos la señalada referencia. Todo es de factura muy tosca y poco artística, pero cumple con el objetivo de atraer la atención.

En otras épocas, el mismo conjunto estaba pintado de blanco pero, al parecer, la cantidad de inscripciones que le hacían con rotuladores y lápices de tinta encima llevó a pintarla de colores más oscuros, primero azul turquí y luego rojo colonial o marrón, manteniéndose con este último hasta ahora. Los rayados en ella eran tanto de recuerdo de visitantes como de peticiones de favores al "querido pirata" que también pasó por las costas ariqueñas en tiempos coloniales, generando leyendas de tesoros perdidos o enterrados.

Por supuesto, nadie cree realmente que allí pueda encontrarse el famoso corsario, entre otras razones porque Sir Drake falleció dos siglos antes de la fecha en la tumba, en Portobelo, Panamá. En aquella ocasión, su cuerpo fue arrojado al océano en un cajón al que se le adicionó peso para enviarlo al fondo, de modo que el cadáver debió perderse en el mar.

Otra incontestable razón por la que aquella no puede ser la tumba de Drake es que el Cementerio Municipal es muy posterior a la fecha que se señala allí como de sepultación para el pirata, datando de mediados del siglo siguiente a su muerte. Además, aun si hubiese pertenecido a tiempos coloniales, no cabe duda de que la administración religiosa española de los camposantos en el año 1596 o en 1798, se habría negado tres veces a sepultar allí a un personaje como Drake: pirata, inglés y protestante.

En su "Arica, puerta nueva" de 1969, Luis Urzúa Urzúa es categórico para señalar esta situación de fraude representado por la tumba:

Esta burda estafa de la historia trae su origen de unos treinta años atrás. Lo curioso sería averiguar cómo pudo realizarse en un pueblo de estimable cultura general y dotado de autoridades competentes. Por supuesto que el ánima del corsario tiene devotos que cubren de flores y luces su tumba todos los años para la conmemoración de los difuntos.

 

Antiguo aspecto que tenía el mausoleo misterioso, cuando se hallaba rodeado de cruces y sepulturas menores (Fuente imagen: paneles de exposición turística del Mercado Antiguo de Arica).

El origen de la extraña sepultura es, entonces, un enigma y un falso histórico que aún confunde a investigadores y guías turísticos de Arica. Ni siquiera coincide con la fecha reportada por Urzúa para indicar su posible origen, pues J. H. Von Gierke Kittsteiner asegura en "Arica, tierra de historia" que la tumba dataría en realidad de 1850 o cerca, en los años inaugurales del propio cementerio.

Fraude o superchería histórica, lo cierto es que hubo una época en que la pretendida tumba de Drake fue muy visitada por virtuales "devotos", convirtiéndose en la animita a la que muchos llegaran dando ofrendas o haciendo pedidos de favores. A fines de los años sesenta, por ejemplo, la tumba era conocida especialmente por los estudiantes, quienes iban a solicitarle intervenciones y milagros de amor o rendimiento escolar dejando papelitos doblados e inscripciones, de manera muy parecida a como sucede con el mausoleo de don José Manuel Balmaceda en el Cementerio General de Santiago. Agrega que en los ochenta el "patronato" del ánima se extendió a alumnos de secundaria y estudiantes universitarios de primer año, quienes también dejaban sus propias notas al "querido pirata" después de emborracharse y antes de haber ejecutado pruebas de valor durante fiestas mechonas u otras ocasiones parecidas. Se aseguraba que, si alguien lee los papelitos allí colocados pidiendo favores, se desata una maldición contra el imprudente.

Sin embargo, con el tiempo se ha ido perdiendo un poco aquella característica de animita o tuba milagrosa, no obstante que aún recibe flores de plástico y una que otra real, permaneciendo siempre decorada en su patio. Todavía hay quienes recurren a Drake pidiendo ocasionalmente favores y, hasta hace pocos años, había incluso un canastillo que recibía todos los papelitos y cartas con peticiones. Sobre la estructura del catafalco, además, algunos hacen anotaciones de agradecimientos y rogativas, de modo que el pirata sigue concediendo milagros y su "culto" no se extinguió de todo, sino que sólo bajó en popularidad, funcionando perfectamente como una animita de cementerio, hasta nuestros días.

Tiempo atrás, cuando se realizó una gran remodelación para habilitar nuevos nichos y mausoleos en este sector, se pensó en trasladar el conjunto y los supuestos restos humanos que debería tener en su interior hasta un sector fuera del Cementerio Municipal, proponiéndose la ex Isla Alacrán como principal posibilidad. Sin embargo, el plan no se concretó: por el contrario, la tumba fue rodeada de un murallón bajo enladrillado que tiene forma como de cruz greca visto desde encima, permaneciendo así hasta ahora, jamás faltando flores decorativas

Aunque dicen que hay nuevos planes de trasladar la sepultura milagrosa del pirata, esta vez dentro del propio cementerio, quizá nunca se resuelva del todo el enigma que ronda al origen de esta pretendida sepultura, si es que se trata de tal, ni por el porqué está asociada deliberadamente a Sir Francis Drake, además de las razones por las que acabó convertida en una animita. Se quedarán entre los muchos muchos enigmas y leyendas de la ciudad de Arica.