viernes, 22 de febrero de 2013

LA ANIMITA DE LOS BUSES "EXPRESO NORTE" EN COQUIMBO

  • NOMBRE: Animita de Mauricio Rojas.
  • COORDENADAS: 29°57'54.40"S 71°19'40.69"W
  • CIUDAD/UBICACIÓN: Coquimbo, Región de Coquimbo - Chile.
  • DIRECCIÓN: Patio interior del corral y central de carga de buses "Expreso Norte" de Coquimbo, en calle Baquedano 1007, en la cuadra situada entre 25 de Agosto y 10 de Julio. Corresponde al mismo sitio donde están también las oficinas de encomiendas de la firma.
  • CATEGORÍA: Animita urbana.
  • FAVORES SOLICITADOS: Trabajo tranquilo, seguridad en el viaje y jornada sin malas novedades, esencialmente por parte de los funcionarios de la empresa donde trabajaba el finado.
  • RESEÑA: Mauricio Rojas Álvarez, hombre querido por sus colegas, llevaba largo tiempo trabajando en este lugar y para esta empresa. Hace algunos años ya, se encontraba allí mismo en lo que parecía una jornada cualquiera, listo para conducir a un grupo de mineros de Ovalle hacia sus lugares de faenas en el Norte. En una distracción, sin embargo, Rojas se perdió de la vista de los demás empleados y fue hallado unos minutos después en el patio, colgado en las ramas de una robusta higuera que había por entonces allí, falleciendo sin dejar indicio de las razones de su triste e irrevocable decisión. El árbol fue talado y en el lugar de su tragedia se levantó esta animita, que es venerada y honrada por todos los colegas del suicida, especialmente a la salida de cada viaje o a la pasada de los choferes por este punto en sus rutas de viaje.
Es extraño y probablemente algo excepcional encontrar animitas recordando fallecidos dentro de un recinto de carácter particular, pues éstas, por su propio sentido, tienden a ser más bien públicas y abiertas, accesibles a todos. Pero, como el lugar donde se instalen depende también de dónde tuvo lugar la tragedia que provocó el colocarla allí, a veces el destino conjura de manera tal que esta pintoresca y curiosa situación sucede.
Quienes viajan por el Norte Chico en la línea de buses "Expreso Norte", saben que los recorridos suelen hacer una parada en las instalaciones que la empresa mantiene en Coquimbo, más específicamente en la calle Baquedano 1007, en la cuadra situada entre 25 de Agosto y 10 de Julio. Corresponde al corral y central de carga de la compañía,  donde están también las oficinas de encomiendas. Los buses de pasajeros realizan paradas allí para recargar combustible en un patio interior, dándole un descanso en el viaje a los usuarios y la oportunidad de estirar las piernas a los tullidos o de fumar raudamente algún cigarrillo a los viciosos.
Sin embargo, llama la atención inmediatamente dentro de este patio, a un costado de unas prolongaciones en las instalaciones administrativas y frente al sector de carga de combustible, la presencia de una animita de cemento y azulejos blancos, con un techo de latón dispuesto en arco, en donde está la imagen vigilante de un pequeño Cristo en la Cruz bajo una banderita chilena, acompañado de unas flores ya secas a los costados.
Dentro de la animita, hay unas imágenes del fallecido dentro de un marco con vidrio. Se lee allí: "Con amor, esposa e hijos, Mauricio Rojas Álvarez". Al pie del mismo cuadro, un pequeño bus de juguete, a escala y con la marca de "Expreso Norte", señala que se trataba -sin duda- de un empleado de la propia empresa. Hay allí otros pequeños elementos a modo de ofrendas y recuerdos, como unos guantes que -presumo- pudieron haber pertenecido al fallecido señor Rojas.

El por qué de esta animita aquí, en un lugar interior tan inesperado, es algo que me explicó el encargado de estas instalaciones, un amable señor creo que de apellido Silva. Cuenta esta persona de largo tiempo trabajando en el lugar, que el drama allí ocurrido tuvo ocasión hace unos 6 años, aproximadamente: el colega de trabajo y chofer de los buses, don Mauricio Rojas, se encontraba allí en el recinto una jornada cualquiera, listo para conducir a un grupo de mineros de Ovalle hacia el Norte. Parecía de buen ánimo y nada hacía presagiar lo que estaba próximo a suceder.
Pasaron unos minutos y Rojas se perdió de la vista de los demás empleados de la compañía. Uno de ellos, creyendo que lo hallaría en el patio tras haberlo buscado por las piezas al fondo de las oficinas, se encontró a bocajarro con la trágica y macabra escena: casi en lo que dura una distracción, el trabajador se había colgado en las ramas de una robusta higuera que había por entonces en ese lado del patio, falleciendo sin dejar indicio de su triste e irrevocable decisión.
No es la primera vez que se escuchan historias sobre higueras que hayan servido para atar la horca de suicidas, por cierto, aumentando la connotación misteriosa y enigmática de este árbol símbolo de las Noches de San Juan y de otras tradiciones.
Consternados, los demás trabajadores de la empresa organizaron una colecta e instalaron un pequeño altar en el lugar donde Rojas se quitara la vida, llevándose sus propios secretos de tormento y depresión. Poco tiempo después, la higuera de su suicidio fue cortada, y en el lugar se construyó contra un miro de ladrillos, la actual animita que rinde tributo a su memoria y que da esperanzas de un viaje tranquilo y sin malas novedades a los demás colegas del finado, que pasan a encomendarle a él la seguridad de su jornada de trabajo.
Existen muchas animitas populares entre choferes de transporte y conductores de buses, pero ésta debe ser una de las pocas con un carácter tan particular y privado, vinculada geográfica y espiritualmente a una empresa en especial como es "Expreso Norte", allí semi-oculta en sus patios de la central de Coquimbo.

1 comentario:

  1. Que freak lo que acabas de contar, realmente adecdótico,y deben ser muy pocas las personas fuera de esta empresa que saben de la existencia de esto. Ni la gente de Coquimbo debe saber, sólo algunos curiosos como tu que se encuentran con estas cosas, que bueno que las compartas.

    ResponderEliminar