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NOMBRE: Altar de la Beata Laura Vicuña.
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COORDENADAS: 33°27'32.22"S 70°38'39.36"W
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CIUDAD/UBICACIÓN: Santiago, Región Metropolitana - Chile.
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DIRECCIÓN: Fondo de la nave lateral derecha de la Capilla del Colegio María Auxiliadora, en avenida Manuel Antonio Matta esquina Santa Rosa.
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CATEGORÍA: Altar popular / Altar religioso.
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FAVORES SOLICITADOS: Principalmente de salud, los mismos que fueron importantes en su beatificación con miras a lograr la canonización de Laura Vicuña, además de protectora de la familia. Por su ubicación en el colegio, recibe también peticiones de las alumnas de carácter académico.
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RESEÑA: Nacida en Chile en 1891 y fallecida en Argentina en 1904, con sólo 13 años, Laurita Vicuña estudió en el Colegio de las Hijas de María Auxiliadora, muriendo al intercambiar su vida por la de su abusada madre. En la capilla de María Auxiliadora de Santiago se instaló este altar con un relicario en el que se protege un fragmento ex corpore de la niña, acompañada de la figura yacente de la beata aunque con la imagen idealizada que se le hizo durante el proceso, antes del hallazgo de fotografías que permitieron determinar el aspecto más mestizo que en realidad tenía Laurita. Algunos agradecimientos de fieles están allí visibles en las placas del altar, la más antigua de 1994.
En el templo de la Capilla María Auxiliadora de Santiago, en avenida Manuel Antonio Matta, hoy destaca al fondo de la nave derecha la figura sepulcral de la Beata Laura Vicuña, nacida en Santiago en 1891 y muerta de tuberculosis en la localidad argentina de Junín de los Andes en enero de 1904. La figura de cuerpo completo de la postulante a santidad anuncia inconfundiblemente la presencia de alguna clase de reliquia allí: corresponde a una cápsula en la que se protege un fragmento ex corpore de la joven hija de María Auxiliadora, fallecida con sólo 13 años.
Aunque no hemos podido confirmarlo, es posible que las niñas del mismo colegio al que pertenece esta capilla hayan sido parte importante en el inicio de la devoción por este altar de la capilla, aunque la visita nos confirma hoy concurrencia de vecinos y devotos que quizá provengan de barrios más lejanos. Se cuenta en el colegio que la comunidad estudiantil participó en la creación del altar. Recuérdese que, lograda la beatificación de 1988, también comenzó la construcción en Argentina del templo para Laurita en Junín de los Andes, obra concluida a finales del siglo y en la que también hubo gran colaboración de las niñas del colegio local de María Auxiliadora.
Sin embargo, tanto el gran retrato de Laurita como la figura yaciente tras el cristal, que acompañan su reliquia se basan en la discutida versión popular italianizada que ha entrado en severa revisión. Esta imagen se difundió como el aspecto de la pequeña candidata a santa en el siglo XX pero, definitivamente, no era el rostro real de la misma.
Sucedió que, después de haber sido presentado ya el expediente en el Vaticano y de haberse producido toda la iconografía de la muchachita basada en quien ahora sabemos fue una niña italiana que sirvió de modelo al artista Caffaro Rore, vino a conocerse cuál era el verdadero rostro de Laurita. Se descubrió evidencia fotográfica, entonces, demostrando que era de rasgos mucho más mestizos, algo que pudo conocerse gracias a una investigación de Carabineros de Chile publicada justo en los días del terremoto de 2010.
Ha habido tentativas por mejorar y corregir el rostro de la adolescente, pero fue demasiada la cantidad de material producido con su retrato imaginario como para revertir el efecto en lo inmediato. Por lo pronto, habrá que conformarse con esa porfiada persistencia de algunas de las idealizadas y europeístas representaciones de Laura Vicuña en Chile y Argentina, antes que la realidad se imponga y puedan actualizarse todos sus retratos con los rasgos que realmente tuvo en su corta vida.
No tratándose de una animita propiamente tal, entonces, sino de un altar y relicario consagrado para alguien con altas posibilidades de ser formalizada como santa, el lugar es objeto formal de culto para la fe y de oraciones solicitando intervención de Laurita en el mundo de los vivos. La Fundación Laura Vicuña da cierta mantención al mismo y promueve pequeñas ventas de recuerdos o tarjetas de Navidad para los costos de sus varias obras, productos disponibles en el mismo lugar.
La mayoría de los favores que se le solicitan o agradecen al altar de la beata parecen ser de salud y familiares, aunque las alumnas del colegio también hacen sus propias peticiones ante la imagen. Algunas placas de agradecimientos llevadas por los fieles están allí visibles, la más antigua de 1994. Por alguna razón, sin embargo, mujeres y ancianos en general aparentan ser sus principales fieles.
Yo he ido a verla
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