jueves, 19 de abril de 2012

LA ANIMITA DE ROMUALDITO EN ESTACIÓN CENTRAL

  • NOMBRE: Romualdito.

  • COORDENADAS: 33°27'7.66"S 70°40'48.89"

  • CIUDAD/UBICACIÓN: Estación Central, Provincia de Santiago, Región Metropolitana, Chile.

  • DIRECCIÓN: Calle San Francisco de Borja casi esquina con Alameda Bernardo O'Higgins, en el fragmento del antiguo muro al costado de la Estación del ferrocarril (único vestigio que queda de aquella estructura).

  • CATEGORÍA: Animita urbana.

  • FAVORES SOLICITADOS: De todo tipo, especialmente de salud, prosperidad y bienestar familiar. Se la considera una de las animitas más milagrosas y generosas para con el mundo de los vivos en todo Chile. Tiene un vínculo especial con la fe del mundo obrero.

  • RESEÑA: Las versiones han hablado de varias identidades para Romualdito. Una dice que era un niño asesinado brutalmente por vagabundos del sector. Otra dice que era ya un muchacho al momento de morir (de unos 20 años), pero con retraso mental o síndrome de Dawn, atacado a palos y cuchilladas por criminales callejeros que dejaron su cuerpo tirado junto a la pared. También se decía que era un huaso recién llegado a Santiago, asaltado y asesinado por ladrones. La versión más popular (y que se confirmó más cercana a la realidad con investigaciones recientes), decía que era un tal Romualdo Ibáñez (Rumualdo o Romualdo Ivani Zambelli, más exactamente), trabajador de la estación de ferrocarriles quien murió asesinado en 1933 tras ser atacado por un grupo de criminales, mientras iba a su lugar de trabajo. Además de ser una de las animitas más grandes de Chile, se la considera una de las más populares y veneradas, siendo visitada incluso por turistas extranjeros.

La más famosa de las animitas de Santiago tiene una historia de idealización y de virtual infantilización que se repite en otros mitos de culto a santos populares y personajes fallecidos. Se trata de la famosa animita de Romualdito, Rumualdito o Rumaldito en calle San Francisco de Borja casi esquina con la Alameda Bernardo O'Higgins, junto a un fragmento del antiguo muro a un costado de la Estación Central. Por muchos años, o más bien décadas, se discutió sobre su verdadera identidad, aunque siempre se habló de una persona allí asesinada en 1933. Muchas teorías existían al respecto, algunas muy probables, y otras francamente insensatas.

Como sucede con todas las animitas más populares de Chile, entonces, el finado Romualdo también fue sometido a un proceso de conversión en ángel de la inocencia y el martirio. Después de la tragedia que le costó la vida los fieles comenzaron a hablar de él como si se tratara de un niño o de un muchacho indefenso y vulnerable, versiones que aún son creídas y defendidas por los devotos de este santo informal. La fecha más repetida sobre su asesinato era el 8 de agosto del señalado año de 1933, según nos parece, aunque ni siquiera existe pleno consenso en esto.

Desde las incertidumbres de las tradiciones orales, entonces, las principales versiones populares que existen hasta hoy sobre la identidad y tragedia de Romualdito, son las siguientes:

  • Un niño que habría sido asesinado brutalmente tras ser violado por vagabundos del sector. Esta conversión de Romualdo en un niño se repite en otros casos de animitas, como el de Carmencita en el Cementerio General. La señalada tendencia a identificar rasgos angelicales en los niños y darlos por milagrosos o santos cuando fallecen en muertes dolorosas y crueles (generalmente en manos de herejes) es muy antigua en el cristianismo y tiene muchos ejemplos en el resto del mundo, algunos tan polémicos como el famoso Santo Niño de La Guardia y también el caso de San Simón de Trento, entre otros. No ha faltado quien ofrenda a la animita de San Borja, además de las flores, velas y agradecimientos, algún juguete de niño, convencidos de esta versión sobre la identidad del milagroso personaje.

  • Otra teoría dice que Romualdito era ya un muchacho al momento de morir (de unos 20 años), pero con retraso mental o síndrome de Dawn. Todos lo querían en el barrio por ser muy servicial, trabajador y simpático. Según esta historia, el infortunado Romualdo falleció tras ser atacado a palos y cuchilladas por criminales callejeros que dejaron su cuerpo tirado junto a la pared, donde fue encontrado después. Se dice que el desgraciado muchacho iba camino a entregar un poncho del tipo manta de Castilla, o bien un canasto con comida para su padre, quien estaba postrado por alguna enfermedad. Si bien esta versión no insiste en la niñez del personaje, conserva su inocencia al relacionarlo con un "tontito" inofensivo y querido por el barrio, que acabó siendo víctima de la crueldad de los asesinos.

  • Una de las versiones que siempre se tomó por más cercana a la realidad de caso, decía que el occiso era en realidad un tal Romualdo Ibáñez, de 40 años y quien también habría fallecido asaltado y apuñalado en el lugar. Esta historia ponía su nota de dramatismo al agregar que Romualdo justo venía saliendo aquel día de una larga convalecencia en un hospital para tuberculosos, (aparentemente, el Barros Luco). También se dice que los delincuentes lo mataron para quitarle su poncho de abrigo y los 15 pesos que llevaba consigo. Como avezado investigador, Oreste Plath intuyó que ésta podía ser la versión más cercana a la realidad y es a la que dio más crédito en su trabajo "L'Animita".

  • Una leyenda menos cotizada por los fieles dice que Romualdito era un huaso recién llegado a Santiago, que cayó tras ser embaucado por malhechores que sólo querían asaltarlo y robarle su manta o poncho. Una versión recogida por Plath, sin embargo, coloca a este personaje con una variación: el huaso llevaba tiempo ya en la capital pero venía saliendo de una enfermedad respiratoria. También llevaba una manta.

  • La versión menos elegante y menos aceptada de todas las que maneja el credo popular es una de las varias que menciona también Plath, respecto de que Romualdo habría sido un peligroso maleante abatido por policías en ese lugar. Cabe añadir que sí han existido otras animitas en la ciudad que pertenecieron a delincuentes y asesinos, por extraño que pueda parecernos, pero este no era el caso.

Llama la atención la repetitiva figura del poncho en estas versiones, como puede advertirse. Quizá sea, como en toda leyenda ramificada, un elemento de verdad que sobrevive entre los rasgos fabulosos del mito. También se agregan ambientaciones especiales para el escenario del crimen, como que esa noche llovía, que Romualdo fue asesinado en horas altas y que su cuerpo sólo fue hallado al día siguiente en la fría mañana.

Otro detalle advertido por Plath es que en aquellas distintas versiones siempre resulta semejante y común el hecho traumático del asesinato violento por parte de delincuentes. El autor lo verifica también entrevistando a personajes del barrio quienes alcanzaron a conocer más de cerca la leyenda de Romualdito, cuando aún era una historia fresca en Santiago. Una de esas versiones que recoge in situ hablaba incluso de que los asaltantes eran tres y habían salido del restaurante del sector llamado Los Tres Palos, muy popular en aquellos años.

Otro hecho que se perdió en la penumbra y se fue nublando en el recuerdo es el de la fecha exacta en que murió Romualdo, de la que dijimos hay una más repetida pero no la única. Independientemente de la versión que lo tomara por niño, retrasado mental o adulto, muchos creían de hecho que el año de su muerte fue en 1950, quizá por una impresión errada del detalle que comentaremos sobre la presencia de placas de los años cincuentas como las quizá más antiguas de todas las que quedan en el murallón en donde se erigió su devoción como animita.

Como es costumbre en Chile, había sucedido que alguien levantó allí una animita, en el preciso lugar junto al muro donde Romualdo perdió la vida en manos de sus malvados verdugos. Plath piensa que alguna vecina encendió una vela, como es hábito acá para los lugares donde acaba de fallecer una persona. Con este sencillo acto, comenzó a surgir el culto y todos empezaron a hablar de la generosidad milagrosa del espíritu. Bastó con que alguien comentara que se trataba de un alma generosa y milagrosa para que adquiriera enorme popularidad en toda la ciudad.

Sin embargo, por corrupción fonética la gente comenzó a llamarte Romualdo o Rumaldo Ibáñez, y después, simplemente como Romualdito. Aún hoy se los sigue llamando indistintamente y de varias maneras, incluso en las placas de agradecimiento. Un detalle interesante observando actualmente la animita es que el diminutivo de su nombre no era tan común en las más antiguas de esas placas de agradecimientos. Otros nombres equivocados que se le asignaron han sido Remialdo, Ronaldo, Romalcito e incluso Iván, de seguro por alguna confusión con el apellido que, por cierto, también ha degenerado: al mencionado Ibáñez, se suman extravagancias como Ivane, Ibaniz e Ivanez. Algunos de sus fieles aseguran que su verdadero nombres es Rumaldito, además, y al parecer están bastante cerca de los hechos.

Con el tiempo, comenzaron a aparecer también más animitas, templetes para velas y placas en el viejo muro. La fama de Romualdito concediendo generosamente deseos solicitados corrió con los años y el espacio se hizo poco en el muro para seguir soportando agradecimientos. Según algunas opiniones, este culto debió comenzar como tal en 1960, aunque al revisar las placas se puede encontrar alguna fechada en 1956. Otras más antiguas pueden haber ido quedando abajo de las más nuevas o, simplemente, se han perdido. Hasta el escritor Daniel de la Vega pasó por allí siguiendo el rito con un amigo, según él mismo confesaría dando fe de los poderes milagrosos de la animita.

Una de las mismas placas de agradecimiento define poéticamente los términos en que sus seguidores siguen sintiendo su presencia generosa en favores y milagros del fallecido

Caminante no hagas ruido
baja el tono de tu voz
que Romualdo no se ha ido
solamente se ha dormido
en los brazos del Señor

La mayoría de tales favores concedidos no son revelados, sin embargo, pero hay casos en donde sí se confiesa el milagro: las gratitudes van desde por haber tenido prosperidad económica hasta el nacimiento de hijos en madres infértiles. La cantidad de velas de peticiones o de agradecimientos encendidas a lo largo de las décadas fue ennegreciendo paulatinamente esta muralla al punto de que hoy se ve como una gran mole oscura salpicada de sus cientos y cientos de placas. Es tal la fe generada por la animita entre los creyentes de Romualdito, de hecho, que incluso es común desafíen a los incrédulos a probar con su propia experiencia las bondades de este verdadero santo popular de Estación Central.

Una serie de investigaciones particulares realizadas desde principios del presente siglo y un más reciente estudio de la Policía de Investigaciones de Chile en base a partes policiales y médicos, permitieron resolver definitivamente el enigma de la más popular de las animitas capitalinas. Aunque estas revelaciones no fueron de la total atención de la sociedad chilena (e incluso molestaron a algunos de los devotos), sino más bien de los círculos de investigadores históricos, no cabe duda de que se trató de un verdadero notición para los registros de la historia urbana y cultural de Santiago.

Durante el año 2012 los investigadores históricos de la Policía de Investigaciones de Chile dieron a conocer con aquel entusiasmo y ante la expectación de algunos medios de prensa y otros investigadores los resultados de sus rastreos sobre la huella del verdadero Romualdito "Ibáñez", llamado realmente Romualdo Ivani Zambelli. Este estudio fue dirigido por don Gilberto Loch, Jefe de la PDI de Valparaíso y del Grupo de Investigación Histórica Forense.

Entre otros datos notables, precisaron que la viuda de Arturo Mancilla, un amigo que le dio sepultura al infortunado, estaba viva y residiendo en Chillán. Mancilla falleció en 1935. Otro dato interesante fue dar con la casa de Romualdo, en la actual dirección de Lisperguer 3548 de Estación Central, a poca distancia de donde está su animita. Allí reside, actualmente, doña Eugenia de la Fuente Góngora. Aunque ella vive en esta casa desde 1934, al año siguiente del crimen, aseguró no saber que allí tuvo domicilio Romualdo. No obstante, consultada por el noticiario de un canal de la televisión chilena, aseguró que siempre había sentido presencias extrañas en la casa, las que hoy atribuye al fantasma del célebre difunto. Hay antiguos vecinos, sin embargo, quienes reconocieron a Romualdo Ivani y aún dicen recordarlo, pero llama la atención que nunca se supo de ellos antes de las revelaciones de la investigación definitiva.

En algún momento, además, la tumba de Ivani en el Cementerio General también comenzó a ser venerada como animita. Hoy luce una gran cantidad de placas de agradecimiento, aunque desconocemos desde cuándo y cómo fue descubierto el hecho de que la identidad del fallecido de este lugar era el propio Romualdito de Estación Central. Quizá este fenómeno esté relacionado con el surgimiento del interés de los investigadores sobre su figura.

En otro aspecto, es importante destacar que los registros de hospitalizaciones por enfermedades respiratorias no arrojan a ningún Romualdo Ivani, por lo que esta parte de la información reportada por la leyenda ha de ser más bien un contenido de fantasía que rodea al hecho cierto de su asesinato. Eso y sus relaciones con la vida campesina deben provenir de la fertilidad del relato oral, entonces.

En base a los mismos documentos revelados por las investigaciones, hoy puede establecerse perfectamente cuál fue su tragedia: Romualdo (o Rumualdo) Ivani Zambelli era ciudadano chileno nacido en una familia de origen italiana compuesta por don Juan Ivani y Herminia Zambelli, soltero y sin hijos, quien caminaba por calle Borja (hoy San Francisco de Borja) en la tarde del 8 de agosto (9 según su lápida) de 1933. Como siempre, lo hacía junto al enorme muro que dividía el recinto de la Estación Central con la vieja y desolada avenida. Joaquín Edwards Bello nos aproxima al aspecto de este murallón de ladrillos y de la misma calle en su libro "El Roto" (1918):

La calle Borja, situada detrás de la Estación, es una calle típica de los barrios bajos santiaguinos, el reverso de esa decoración flamante que se llama Alameda. Pasa por ahí hedionda acequia sobre la cual volotean nubes de mosquitos; por las noches corren en sus bordes esas ratas imponentes que llaman pericotes y que hacen frente a los gatos del barrio. Está separada de la vía férrea por una larga y fea muralla desconchada, con rayas de carbón o tiza que dejan los chiquillos que pasan, cuando no escriben palabras obscenas.

Ivani, de 41 años, probablemente trabajaba en la Estación Central, desde donde parece ir en dirección a su casa, ubicada en la corta calle de Covarrubias (hoy Lisperguer) número 3548, a muy poca distancia. Es mecánico y su residencia es propiedad de Ferrocarriles del Estado, aunque vive en ella desde 1930, cuando se cambió desde San Bernardo. Hizo muchas veces esta recorrido por los peligrosos barrios aproximados al ex poblado de Chuchunco, cuya configuración marginal y arrabalera cambió sólo con la construcción de la Estación Central, dándole nuevos bríos de urbanidad a este sector entonces periférico de Santiago, alojo de prostíbulos, bares de mala muerte y pendencias callejeras. Sin embargo, esa noche sería la última vez que el pobre Romualdo podría pasar por allí.

A las 20:30 horas, es abordado por delincuentes no menos violentos que aquellos quienes infectan nuestra ciudad en la actualidad. En pleno asalto, le dan una estocada directamente en el corazón. Romualdo queda tirado a sólo pasos de la Alameda de las Delicias, junto a la pared y a la insalubre zanja descrita por Edwards Bello.

El caso del asesinato fue tomado por la 11ª Comisaría de Carabineros de Chile, pero no parece haber registros del crimen en los medios de comunicación, probablemente porque -hoy como ayer- no era una gran novedad esta clase de asesinatos en los barrios bajos de la ciudad. Su cuerpo fue llevado al Instituto Médico Legal, donde se emitió el certificado de defunción el 10 de agosto siguiente: la causa del deceso fue la herida mortal en la región pericordial provocada por la agresión con arma blanca, específicamente un puñal.

Nunca se supo de detenidos ni culpables por el infame homicidio, según todo indica. Tampoco se encontraron registros de algún juicio tampoco, por lo que el asesinato quedó impune. Por un favor de su mencionado amigo Mancilla, su cuerpo fue retirado y sepultado en el Cementerio General, en el Patio 44, Pabellón 4, Anexo 4, nicho número 1.063, en la calle Dávila. Su madre doña Herminia, en su incontenible dolor, hizo grabar en una placa de mármol de la tumba: "RECUERDO ETERNO DE SU MADRE".

Hasta aquí la historia real de Ivani Zambelli, porque lo que sucedió después de su muerte, será un verdadero mito de la fe popular...

Ha habido ocasiones en que las autoridades quisieron demoler aquel fragmento del viejo muro donde está la animita, pero nunca lo han podido concretar: rondan historias terroríficas sobre quienes han osado intentarlo. Se cuenta, por ejemplo, que un policía que intentó remover las velas montado en un caballo y valiéndose de las patas del animal (alegando a las horrorizadas mujeres que allí rezaban que eran un peligro de incendio), terminó sufriendo un grave accidente cuando su caballo resbaló después, a poca distancia de allí, cayendo y quebrándole las piernas al oficial. El accidentado se hizo devoto de inmediato de Romualdito y así se sanó.

Se cuenta también que cuando un equipo de retroexcavadoras fue enviado a la Estación Central para echar abajo la muralla de la animita y ampliar el ancho de la calle San Borja, los obreros comenzaron a denunciar con pavor algunos hechos inexplicables, ni siquiera comprensibles dentro de su experiencia. Alegaron, por ejemplo, que las máquinas se detenían súbitamente o funcionaban mal, quedando inutilizadas cuando intentaban usarlas para botar la pared. Otros prefieren pensar que los obreros temían a alguna clase de maldición y, buscando alguna excusa para zafarse de tan incómodas órdenes, optaron por fingir que las maquinarias se trababan en cada intento de utilizarlas contra la popular animita.

La muralla donde está la animita en San Francisco de Borja no ha podido ser demolida, en consecuencia. Incluso se instaló un cartel señalizando la identidad de Romualdito en este lugar.

Sólo la fe en Romualdito le ha permitido permanecer a ese muro: gran parte del entorno en calle San Borja ha sido derribado para levantar nuevas construcciones o edificios, pero la animita se mantiene allí, tal cual lo estaba hacía medio siglo atrás, y aun antes. Se ve hermosamente iluminada por las velas y cirios durante las noches, resguardada por ángeles de yeso y humildes vírgenes colgantes. Es un paisaje casi surrealista, especialmente cuando se realizan peregrinaciones. Y los fieles, casi a modo de protección, han levantado con los años varias animitas menores o ermitas dedicadas al fallecido, alineadas en la base de toda la longitud del muro. Alcanzamos a contar 21 de ellas, todas pintadas de color azul. Como sucede con la famosa Difunta Correa en Argentina, aunque el ánima de Romualdo sea más modesta no deja de ser un atractivo para algunos turistas, quienes se asoman por allí tomándose fotografías o solicitando sus propios milagros, medio en broma y medio en serio según cada caso.

Curiosamente, algunas de las ermitas están parcialmente vacías y han servido de refugio para perros vagabundos del sector, especialmente en las noches frías del invierno. Esto, en lugar de molestar a los fieles, parece ser que los complace, pues los canes son bienvenidos y tomados por guardianes de la animita.

Bien para todos sus devotos el que Romualdo haya hecho el milagro de salvar también a esa muralla, por cierto, pues es el último fragmento que queda del viejo murallón histórico descrito y que ya fue demolido por toda su extensión en el resto de la calle San Borja. En una ciudad donde existe una pasión febril por derrumbar y destruir todo vestigio de historicidad urbana, sin duda que sólo un auténtico santo sería capaz de salvar de la picota y el taladro esta clase de rincones.

29 comentarios:

  1. yo tenia 6 o 7 años pasaba por ahi nos resfalabamos con la esperma mi madre no dejaba que lo mirara siempre lo recuerdo en año 1947

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  2. Que bello trabajo para una de nuestras animitas milagrosas
    Felicitciones

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  3. Que maravilloso trabajo para una de nuestras animitas milagrosas
    Felicitaciones

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  4. Un tremendo aporte para la historia de nuestra ciudad. Escrito con rigurosidad, es ameno y docente.

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  5. yo vivi ahi en 5 de abril con borja tenia 7 años ahora tengo 77 años solo le pido que me conseda lo que le pido amen

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  6. tantos años que conosco a esa animita tenia 6 o 7 añoa ahora tengo 77 años

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  7. yo vivi ahi en 5 de abril con borja tenia 7 años ahora tengo 77 años solo le pido que me conseda lo que le pido amen

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  8. Romualdito te ruego que me ayudes a poder caminar normal y sin dolores , mejorame de mis huesitos, haz un milagro te lo suplico, dame un trabajo que lo necesito. salud y trabajo es lo que te pido.Te suplico ayuda.

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  9. Romualdito has que el matrimonio de mi hija se restaure pero si crees q no ayuda a mi hija a superar esto y muestra el camino de una nueva felicidad,tambien has que el dueño de la casa espere hasta que se resuelva el matrimonio gracias MI ROMUALDITO TE SUOPLICO AYUDA.
    }




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  10. ROMUALDITO si no se restaura el matrimonio de mi
    hija por favor muéstrale el camino a seguir sola ayudala a superar esta pena y dale conformidad, también ayudanos que el dueño de la casa nos espere hasta superar este problema del matrimonio, que el senor nos de la oportunidad de superar gracias mi Romualdito en ti tengo todas las esperanza ayúdame estoy desesperada gracias ire a verte cuando vaya a chile.

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  11. Gracias por Siempre Romualdito, eres luz y fe de nuestros caminos, gracias por el favor concedido,

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  12. Gracias ROMUALDITO, siempre te recordaremos como un milagroso serealidad lleno de luz para dar.

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  13. Agradecida para siempre por el favor concedido.

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  14. Romualdito te pido que nos das salud, ayude que salga mi futura y me otorguen el amor. Gracias

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  15. Romualdito te pido que nos das salud, ayude que salga mi futura y me otorguen el amor. Gracias

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  16. Romualdito te pido que nos das salud, ayude que salga mi futura y me otorguen el amor. Gracias

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  17. Romualdito ayúdame con salud a la familia, que salga mi futura casa para tener tranquilidad y me otorgues una familia.

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  18. Romualdito,te pido el deseo que el mal de parkinson desaparesca y qué pueda ser llamada en un trabajo qué postule y pueda tener mi casita propia,gracias ,qué Dios lo tenga en su Santo Reino...Amén.

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  19. R OMUALDITO TE PIDO POR FAVOR QUE MAÑANA MI HIJO QUEDE EN EL TRABAJO AL QUE POSTULO.QUE LA ENTREVISTA SEA UN EXITO.QUE MI HIJA EL MARTES EMPIECE SU CAPACITACION Y QUE MAÑANA LE ENVIEN CORREO QUE ESTA ESPERANDO.TE PIDO MUCHO TRABAJO PARTICULAR PARA mi marido.paz,armonia y salud en la familia.quitame estos dolores terribles que tengo en las articulaciones.gracias de antemano romualdito.

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    1. super milagroso.me concedió todo lo que le pedi.rezare por el la oracion a los difuntos.que dios lo tenga en su santo reino.gracias romualdito.

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  20. Romualdito con toda la fe de mi corazon te pido y ruego que me ayudes aque le salgan todos los examenes bien ami bebe sofia proteguela y que este sana te pido que me concedas ese deseo estoy con el alma en un hilo no quere que padesca ninguna enfermedad ayudala y te prometo si me concedes el deceo ir averte junto a ella y mi pareja dejarte una plaquita de agradecimiento y velitas y flores te lo ruego ayudame

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  21. romualdito te suplico que me ayudes a solucionar los problema de lasusa y te doy las gracias po el favor que me consederas

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  22. romualdito gracias por todo lo que te pedí y me cumpliste.te suplico le resulte el trabajo de psicologo laboral a mi hijo.
    que mi hija quede con trabajo indefinido en entel.
    que mi marido este lleno de trabajos particulares.
    te pido tia nena mejore,mi madre se sane de sus piernas y su carita sin dolor.
    para mi te pido me mejore de mis articulaciones,de mis achaques.
    mucha paz,salud,amor,trabajo.
    aleja de mi vida tanta gente mala.

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  23. Romualdito te pido que sanes del cáncer que padece Jeanette Silvia Godoy Gutierrez, permite que viva por muchos años mas junto a su familia.
    Si me concedes el favor prometo agradecertelo con una lapida en tu animita y ponerlo en mi muro de facebook para que todos sepan de tu obra.
    Amen

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  24. Por favor Romualdito te pido por la restauración con la madre de mi hijo, que las penas se transformen en alegrías por el bien de mi hijo, y de los dos, que René el amor sincero y verdadero. Gracias Romualdito si me cumples iré a Santiago a dejarte una plaquita y velitas.

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  25. Romualdito te pido puedas eliminar mi ansiedad y mi creencia que todo el mundo gira en torno a mi, concedeme ser libre y no estar haciendo todo pensando en la perfección y pensando en el futuro si no vivir el presente, concedeme acabar con mi mente a mil por hora producto de la ansiedad. Y que pueda pasar el semestre de universidad con buena nota. Muchas gracias, que Dios te tenga en tu santo reino,Amén.

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  26. Anelo sacarme el kino para poder ayudar a mi familia y amigos a tener un mejor pasar y poder salir adelante

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